Si bien las dictaduras no podrían considerarse mejores que las democracias, el modelo democrático lo considero que está muy mal, ya que en el se elige a quienes tendrán los recursos de un país a su disposición y dirigirán esa nación de una forma que considero está muy errada respecto a la forma en que en absolutamente todos los ámbitos sociales se eligen a las personas.
Ejemplificando el aspecto social de selección, empecemos por la base: la parte académica. Cuando de la academia se trata, especialmente en lo que respecta al nivel universitario existen miles de pruebas de aptitud, y todo aquel que aspire cursar estudios superiores debe mostrarse apto para ello y parte de esa aptitud está relacionada con un sustento monetario además de demostrar sólidas bases para simplemente ingresar. Una vez ingresas a la universidad, el reto siguiente es permanecer y solo los más aptos permanecen y felizmente en un lapso razonable de tiempo se gradúan.
Hasta aquí todo un proceso de filtrado y selección donde los más "alfa" o fuertes o persistentes son los que logran su objetivo. Adivinen que sigue ahora, sí, viene la fiera competencia por el mercado laboral, donde nuevamente todos los que mostraron ser aptos para terminar su carrera ahora deben ser aptos para obtener un buen cargo o deben ser capaces de utilizar inteligentemente sus conocimientos y habilidades para emprender sus propios negocios y proyectos.
En contraste con los políticos y gente que elegimos para que nos gobiernen (en caso de que seamos parte de uno de estos países democráticos), ¿cómo se hace la selección? Se hace por las masas, se hace por popularidad, se hace por carisma o por mil y una razones que no siguen el patrón que describí sobre los aspectos sociales de selección a los que todo individuo dentro de una sociedad se ve sometido comúnmente.
Por qué para algo tan crucial como dirigir una nación entera no somos rigurosos, deberían las estructuras de la sociedad tener un mecanismo muy sofisticado para la medición de aptitud de alguien que aspire ser presidente, gobernador, alcalde, etc, etc. Todos ellos deberían ser sometidos a una serie de pruebas, desafíos y retos que los hagan meritorios de los cargos que aspiran ocupar, ya que son quizás los cargos más importantes que todo un país entero puede tener, cómo es posible que ellos puedan ser aptos sin ser calificados.
La selección de presidente debería a mi juicio ser la más ardua competencia, la más reñida de todas, la más compleja, debería ser el cargo más difícil al que alguien pueda aspirar y los pocos (o quizás muchos) que se les ocurra optar por ello deben saber que no será fácil llegar a ocupar semejante cargo por el proceso de selección por el que pasarán y por los deberes y responsabilidades que tendrán cuando tengan que asumir.
En conclusión, el día en que nuestras sociedades elijan a quienes las gobiernan no popularmente sino de forma aptitudinal, ese día esas pocas naciones podrán construir verdaderos gobiernos de calidad para sus ciudadanos y serán naciones modelo para el mundo entero.
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